Charquito

17/10/08

Si Tucumán no es una de las ciudades con más baldosas flojas en el mundo, seguro que ocupa, al menos, el top ten. Hace tres días que, como diría Fernando Pazos, la nubosidad es variable y la humedad va en aumento. Llueve que te llueve nomás. Entre mi casa y el trabajo hay apenas 7 cuadras de distancia. Siempre cambio el recorrido pero la suerte es la misma. Caminar sobre un campo minado debe ser, imagino, un tanto más complicado que llegar hasta mi sofá, pero la tensión es la misma. Calcular con precisión cada pisada se volvió un arte para cualquier tucumano. Sólo hace falta levantar la mirada para sentirse acompañado en el pesar.

Hace unas horas regresaba en busca del almuerzo. Llevaba cuatro cuadras invicto. Pero me confié demasiado. Crucé 25 de Mayo y mi tobillo izquierdo acusó el primer golpe. "Mierda, aunque podría haber sido peor", me alenté.

Cuanto más me acercaba, la presión iba in crescendo. Esquivé el rojo de Laprida y encaré hacia Marcos Paz. Error. Ni bien puse un pie en la nueva ruta la cosa se emparejó. La derecha, hasta la rodilla.

De todas maneras, nada podría detenerme ya. Estaba tan sólo a metros y, como me susurraban los Beatles al oído: "all you need is love". Saqué mis llaves y otra vez lo mismo.

Subí las escaleras, vacié mis bolsillos y apenas alcancé a decir "hola". Cálidamente me respondieron: "¿Cómo te fue?". "Bien, todo bien", aunque por dentro me remordía. "0-3, la puta que lo parió..."

10 Comentarios:

Lorena Tapia Garzón dijo...

Los charcos en Tucumán vendrían a ser algo así como los soretes en Bs As, ¿no?

Pedro Noli dijo...

Ya lo dijo el Indio: ¿Qué podría ser peor? Eso no me arregla a mí.
Abrazo

Bruno Cirnigliaro dijo...

Estoy muy lejos de Tucumán en estos momentos Julio... pero qué manera de volver allá mediante este post, hermano. Detalles que uno olvida en la lejanía; pero cuando regresan, vienen con aroma y todo, como si esa esquina estuviera aquí a mi lado.
saludos!

Sebastián Nadal dijo...

En realidad, los soretes de Buenos Aires son como los soretes de Tucumán; aquí también hay que esquivarlos a lo loco. Y, encima, tenemos los fucking charquitos, que pueden arruinarte el día si los agarrás cuando lo estás comenzando. (De última, Julio, vos los pisaste ya llegando a tu casa, ¡así cualquiera!)

Anónimo dijo...

Compadre creo que es una muestra de como el mundo a veces confabula contra uno. Al menos cuando te salpica agua un remis tenés a quien putear, en vano, pero le podés mandar un "hijo de sainamera madre gran puta", que es un insulto de colección (lo escuché de un veterano que jugaba a la taba en el hipodromo)

el Rafa dijo...

La muni debería dictar un curso “pisar baldosas flojas sin salpicarte”.

Anónimo dijo...

Fantástico blog me gusta me ha aireado mi imaginación y pensamiento estancado, muchas gracias por su edición con tan buen gusto felicidades, reciba un abrazo.

Holden Caulfield dijo...

Esto no se puede creer:

“Afrontemos el problema de una buena vez: en días lluviosos, las baldosas flojas alojan agua bajo ellas y aguardan a que un caminante las pise para arrojar un chorro de agua a presión, que va a dar directamente a la pierna opuesta, mientras ésta avanza dando el siguiente paso”.

Se publicó en una cosa que se llama http://www.chajaridigital.com.ar

Dios.

Maby dijo...

¿Compadre, no va a actualizar nunca más su blog? ¡Extraño sus post! Un abrazo grande.

Natalia J Viola dijo...

Julio, recién leí tu CV by Julio y me sentí super identificada...es increíble como hay que rebuscárselas para hacer lo que uno quiere. De vez en cuando uno se aleja, pero siempre vuelve al lápiz o al teclado....no importa cómo.
Con respecto al post del charquito...me parece que no hay que ser desagradecidos: ¿Cuántos habremos currado en algún diario con la típica nota sobre las veredas rotas en Tucumán????...el que diga que no, miente...