17/4/08
Un amigo bastante anacrónico me regaló ayer una golosina que después de vaya uno a saber cuándo no probaba: la vieja, querida y gloriosa Holanda. Duró poco envuelta y mucho menos desnuda. ¡Todavía la siento arruinando mi dentadura!Ahí nomás vino a mi mente el recuerdo de la populosa kermesse de San Roque, en esas largas y frías noches entre voceadores y golosos.
Luego de mucho penar, pude conseguir la fecha de inauguración de este año: el 16 de agosto. Querido puñado de lectores, faltan cuatro largos meses aún pero igual largo la invitación: ¿a qué número piensan apostar por una caja de Holandas?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 Comentarios:
Anote el 17, pá. Una caja al 17. Te mando un abrazo, hermano.
Altas timbas las de la ruleta loca de la kermese. Como la Holanda se me pega en los dientes, yo soy de mandarle màs a los chocolatines. Pegue un par de bombazos en esa rula tiempos atras. Yo me anoto tambien
Excelente post, amigo. Me hiciste volver a la infancia, aunque reconozco que no hace mucho tiempo, en mis épocas de veintiañero, también me di unas vueltas por San Roque para seguir al 22. Un abrazo, capo.
Oh! claro que me acuerdo de las kermesses!
Mi sueño era tener una fortuna en holandas!
Existen todavía? o esa estaba guardada de hace diez años? je.
Un abrazo.
Publicar un comentario