Ultimo lunes del año y Julio tenía que hacer trámites en el banco. Cientos querían hacer lo mismo. Pagar cuentas, cobrar el sueldo y enduedarse figuraban entre las operaciones más deseadas. Pocos empleados y el aire acondicionado descompuesto hicieron de esta mañana un infierno. Por suerte ya me desocupé, apenas 2 horas más tarde.
Ya en la puerta, tomé un poco de aire, lo necesitaba. Me calcé los auriculares y, con su voz estridente, el Indio me consoló: un poco de amor, Francés, no muerde...
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1 Comentarios:
Con la música de Los Redondos, el infierno puede estar encantador...
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